MUDANZA
MUDANZA
La casa del frente estuvo desocupada como un año. Descubrí con entusiasmo que mi vecino tendría como unos diecisiete, un mechón danzando sobre su ojo y sonrisa saltarina.
Me puse a mirarlo. No terminaba de entrar un sillón a su casa que ya salía a buscar una lámpara para cargar.
Esta actitud le va a gustar mucho a papá, pensé, así que fui a llamarlo. Él fue espectador de la velocidad con que llevaba los muebles a su hogar y de todas las actividades que realizaba el muchacho.
Lavó el auto, arregló la bicicleta, cortó el césped, clavó un clavo para colocar el apellido de su familia: FLIA SUÁREZ y hasta le sacó brillo a la placa.
Mi padre confesó: ¡Un pretendiente trabajador!
Como había conquistado el corazón de mi cariñoso criticón me animé a invitarlo a casa el día siguiente- Te espero a tomar el té- dije-
Pero pensando en lo comunicado reflexioné que había olvidado comunicar la hora de la cita. Esperé que volviera a salir, me acerqué y pronuncié nerviosa- A las cinco.
Al otro día preparé todo, hice galletas y coloqué dos tazas y una tetera.
Mi padre que no se quería perder el espectáculo de conocerlo, se acomodó fumando la pipa en el living.
Se hicieron las diecisiete hs. sonó el timbre.
Temblorosa abrí la puerta….del lado de afuera estaban los gemelos SUÁRES, cada uno con un ramo de violetas. Papá comprendió rápidamente lo ocurrido y se fue arriba.
Renata Catalina.-11 años |
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